Y en este mismo espíritu, es que deseo redactar la inquietud que inspiró el dirigirme a Ustedes través de estas líneas, exponiendo el propósito que enciende mi corazón y que me fuera en parte revelado habitando entre Ustedes.
Sin duda, hemos experimentado un viento en casa, que ha zarandeado fuertemente lazos que muchos no esperábamos perder, sin embargo, ha llegado en el propósito del Padre que fuera previamente anunciado por su palabra.
Simultáneamente, se han estado experimentando tiempos, que confirman los días que vienen de edificación para la casa, también en bendecida gracia anunciada por nuestro Padre.
La duda que abraza mi inquietud y reta continuamente mi mente por cada minuto, cada hora, y cada día que pasa, ha sido:
¿Que espera momento a momento Dios de nosotros?
Tal vez por ello una desesperación latente en mi, y expuesta en algunos momentos estando entre Ustedes.
No obstante, paralelamente estamos expuestos a la multitud de escenarios que día a día desafían realmente nuestra madurez espiritual por distintas necesidades, adversidades, confrontaciones, murmuraciones y demás, y es sin duda en este proceso donde se realza y se configura genuinamente la pregunta, ¿Qué espera Dios de Nosotros? ¿Qué espera Dios de su Iglesia?
Y es en este tópico, en que me deseo enfocar, ¿Cómo esta caminando realmente su Iglesia, que tan efectiva esta siendo? Y cual es el plan que estamos por emprender?
Hoy en día nos enteramos por televisión, y/o comentarios que llegan a nosotros, de ministerios que están siendo pulverizados por malas decisiones, malas conductas de sus lideres, por falta de propósito y una correcta visión de lo que realmente es el papel que debe realizar la Iglesia de Cristo.
Por otro lado, escuchamos de ministerios que continuamente impactan el corazón de muchos creyentes, ministerios que impactan la emoción de multitudes a través de sanidades, milagros etc. llegando incluso a conmover las mentes de Pastores con buen corazón, de los cuales de ninguna manera me atrevo a restar la operación del Espíritu Santo, al contrario, creo que se vivifican los dones del Espíritu Santo, sin embargo, aqueja la reflexión, si existe realmente el avance en el plan del Padre.
Incluso, es valido que muchos de nosotros podríamos cuestionarnos el porqué existen otros ministerios donde continuamente suceden muchas cosas con la imposición de manos, tales que se realizan cruzadas de sanidad etc,
Sencillamente lo respondo con una reflexión, y lo resumo en una pregunta:
¿Que será más importante? La mano de Dios, o la mente de Dios ?
Creo sin duda que la Mente de Dios es más importante que las manos de Dios, ¿Porque? Porque la Mano de Dios trata con sus actos, y la Mente de Dios trata de sus caminos.
Moisés conoció los caminos de Dios… y sus seguidores conocieron los actos de Dios…
La Mente de Dios es una intimidad que nos ayuda a conocer sus caminos, sus planes, la mente de Dios desarrolla nuestra credibilidad, discernimiento, y seguridad en sus planes, lo cual nos fundamenta para ver la mano de Dios moverse en una forma efectiva a través de nuestra vida, llegando a cumplir el plan del Reino de Dios.
Creo en convicción que los fundamentos que han sido puestos en “Yo y mi Casa” es una familia que se esfuerza por conocer la Mente de Dios, para ver la mano de Dios con un propósito efectivo, para llenar la tierra de su gloria.
Entonces, ¿Que debemos esperar de nosotros mismos?
¿Cuáles son nuestras metas espirituales como familia?
¿Que haremos ahora como Hijos de Dios que poco a poco hemos recibido la revelación de los pensamientos del Padre?
¿Qué haremos como Iglesia?
¿Será la Iglesia la meta final, como para planificar solo actividades ministeriales?
Creo que el mayor problema que enfrentan muchas Iglesias, y que constituye mi temor latente en no caer en el mismo rol, es el no comprender el propósito final de la Iglesia de Cristo, el cual no solo constituye una responsabilidad Pastoral, sino de cada creyente, porque la justicia mora dentro de cada cual “Cristo y el Espíritu Santo” el cual le da la capacidad de renovarse día a día, para estudiar, orar y madurar teniendo entendimiento de cual es el deseo y plan de Dios.
Creo que mucho del problema es la Iglesia y no solo de los Pastores…
La iglesia es la responsable de crecer personalmente, limpiar sus vidas con la capacidad que le da el observarse con los ojos de Cristo que mora en ellos, y conquistar su ser en todas las áreas, porque el llamado del Pastor, el llamado de la Iglesia, debiera ser el entrenarte para salir a conquistar el mundo, estableciendo los principios, y estandares del Reino de Dios, es decir, el Pastor te debiera entrena para conquistar en la sociedad, no para estarte predicando toda la vida acerca de la conquista de tu propia persona, pasando años metido en la Iglesia, sin poder pasar a un nivel de madurez más allá…
Es decir, Yo recibí a Cristo, y al recibirlo en mi vida y mi corazón, tengo la capacidad de observarme en todas las áreas de mi vida, y alma, con los ojos de Cristo, no con los míos, ni con los del Pastor, lo que necesito es re-generar…, y yo empiezo a barrer mi casa encendiendo la luz… es mi responsabilidad personal, no del Pastor… él solo me dio herramientas “enseñanzas” por un tiempo “breve” para ejercer mi responsabilidad.
Tenemos que ir a un nuevo nivel
En el libro de Lucas 4, versículo 43, nos dice: “Pero él les dijo: Es necesario que también a otras ciudades anuncie el evangelio del reino de Dios; porque para esto he sido enviado”
Esto nos enseña que Jesús conocía exactamente la comisión y la asignación por la que fue enviado…Solo lo dijo con un propósito “para establecer el reino de Dios”.
Si fue enviado a la tierra…era con el propósito de establecer la entrada al reino, los principios, y forma de vida de la cultura del Reino.
El problema es si estamos ejerciendo también el deseo efectivo de Dios…”La comisión de la Iglesia”
Lamentablemente existe hoy en día la proliferación de que lo que llamamos la Iglesia una emoción solo por llenarse y ejercer los poderes que brinda el Reino de Dios, sin embargo, no los ejerce para el propósito por el cual el Padre los creo…No es solo para predicar, y sanar dejando bellas emociones y sentimientos en las personas.
La Iglesia es la ROCA que tiene ahora la personificación del Cristo, la cual ejercerá la continuación de la asignación que inicio Jesús en la Tierra…
La iglesia supone debe ser el lugar donde los ciudadanos del Reino, deben ser entrenados, equipados, para salir a cumplir las funciones correctas en la cultura de un Reino, impactando en el estilo de vida, y conquistando cara área, cada tierra para la Gloría de Dios.
Creo sin duda que La Tarea de la Iglesia es sacar al Pueblo de Egipto, y llevarlos a la Tierra Prometida… para Dominarla… porque actualmente esta siendo dominada por personas que aún NO SE CONSTITUYEN CIUDADANOS DEL REINO.
Al fin, somos nosotros la Iglesia, que constituye la influencia del Reino de Dios sobre la tierra.
Entonces Jesús nos dice, los dejo a Ustedes para ser los pequeños Cristos “Salvadores” de esta Generación. Multiplicando mi Reino “No la Iglesia (el edificio)” para establecer el Reino de mi Padre en los corazones, y después que estos creyentes, conquisten la tierra y sus recursos también. Para recuperar el dominio del que habla Gn 1:26
El problema es que ya se ha establecido el Reino de Dios en muchos corazones, pero no se ha enviado a conquistar los Recursos… de lo cual el enemigo se ríe… diciendo, “pues se conectaron a Dios, pero la tierra y sus recursos aún la poseeo yo … porque los Cristianitos no hacen nada”
Cuando hablamos de predicar su evangelio del Reino, es predicar el Reino… si, pero también Conquistar los recursos… porque ese es el propósito principal de restablecer lo que se perdió en el Génesis.
El propósito No es solo restaurar la familia
No es solo acercar un joven al grupo
No es solo restaurar un matrimonio
No es solo hacer que la Iglesia Local funcione con alegría
ES ESTABLECER EL REINO DE DIOS SOBRE LOS CORAZONES Y LA TIERRA, RESTABLECIENDO EL PLAN ORIGINAL DE DIOS EN EL PRINCIPIO.
Lo que deseo expresarles de corazón es que:
La IGLESIA NO ES LA META FINAL
LA IGLESIA ES SOLO LA META PARA EL INICIO DEL PROCESO QUE ESTAMOS POR CONSTRUIR.
Cuando no entendemos el propósito del Reino de enviar a los ciudadanos a establecer su Reino en la SOCIEDAD, establecemos encima nuestra denominada Iglesia, y les llamamos nuestros Miembros “y caemos en el juego de creer que son de nuestra propiedad” cuando no fuimos nosotros quienes morimos por ellos, ni derramamos nuestra sangre por ellos.
La Iglesia es solo el instrumento para liberar la tierra para el Rey, porque la tierra son estrados de sus pies, más no es la meta final.
Mis amados, no tomen esta carta como una insinuación de que Yo piense que Ustedes Ignoren esto, sino es una expresión que abriga mi mente y corazón que deseaba compartirles con el objeto de que conozcan las razones de mi inquietud por servir a Dios y planear un verdadero propósito hacia las nuevas generaciones.
Creo que estamos en la etapa de vivificar una:
Iglesia con Sabiduría = Aprender como impactar a las naciones
Iglesia de Relevancia = tiene que ser una Iglesia impactante “con potencial” que puede afectar y desarrollar cualquier aspecto de nuestra sociedad.
Iglesia Habilidosa = Como impactar e influenciar nuestra nación creativamente y no ser los criticados.
Iglesia Diplomática = Con la habilidad de comunicar sin ofender, como decir la verdad con Amor.
DIOS Bendiga sus vidas, y nos de la sabiduría para cumplir su Propósito estableciendo la Visión y el plan estratégico de casa.
México, DF, septiembre de 2010
Atte.
Carlos Contreras.
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